Una sola.

Parece ser que esto jamás tendrá fin, parecen ser las manecillas del reloj girando sin parar.

Cada amanecer, cada anochecer parece ser la eternidad, que por cada día pasado, vendrán mil días más.

Pues es algo que nadie sabe al final, lo bonito de esto es que aun siendo una la vida nos da tiempo para estar triste y a la vez nos los da para ser felices también, para llorar, para reír y así como vivimos, que vamos a morir, todos debemos saber.

Muchas veces vivimos pensando en hacer mañana lo que no hicimos hoy, cuando realmente todos deberíamos practicar aquello que dicen "No dejar para mañana lo que podemos hacer hoy"

Sacarle una sonrisa a la chica o el chico que te gusta, darte tiempo para disfrutar más el día, comerte un buen helado y hacer más que simplemente trabajar, pues es cierto que hasta para mover un pies hoy día tenemos que gastar, las cosas que más nos llenarán son las que menos costo tienen y como algunos sabemos ya, lo que menos cuesta, es lo que más valor tiene.

Solo queda vivirnos este día como si fuera el último, así como dicen los vendedores dentro de los buses para persuadirnos "La biblia dice, que el día de mañana no es prometido para nadie"

Que bueno es pensar en algo que hicimos hoy y no pensar mañana en que hubiera pasado si lo hubiera hecho ayer.

Vivir es reír, es llorar, es comer, caminar, correr, hablar, también gritar, vivir es sentir, mientras las horas pasan por los días buscando el final.

 Son las horas, es el tiempo el que nos quita un día y nos trae uno más, el que nos hace vivir el presente, recordando el pasado y el que si así lo quiere el destino, nos traerá el día de mañana.



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